Un circo para adultos
Es oscuro. No veo nada. ¿Dónde estoy? No estoy seguro. Un pequeño rayo de luz ilumina la tres personas en el comedor. Hay una pequeña chica triste sentada en el suelo. Los padres de la chica triste estan sentados en dos butacas comfortables, leyendo. ¿Y yo, dónde estoy? Un cuerpo sin cabeza pero con un sombrero azul y un paraguas de color (¡qué extraño!) entra en el comedor. El cuerpo sin cabeza camina hasta la chica triste y le da su sombrero. Ella mira el sombrero con curiosidad y se atreve a ponerlo(ponerselo, poner se es un verbo reflexivo el "se" que has usado antes va con "atrever se" que también es reflexivo, este es el motivo por el cual lo necesitas 2 veces)sobre su cabeza. De pronto, ¡el mundo de la chica triste se transforma!
Sus padres se van volando, los muebles se ponen a girar, pequeñas chicas asiáticas vienen y hacen malabarismos con diábolos. Acróbatas caen del cielo, trapecistas saltan por los aires, personas vestidas de colores corren por todas partes del escenario, payasos hacen reir, y durante dos horas más de cien personas hacen las más espectaculares actuaciones (o “performances” en castellano) para hacer sonreir la pequeña chica, ahora feliz. ¡Y funciona! No hay un respiro para la chica feliz, ni para mi, ni para los mil espectadores que descubren de nuevo el placer de ser un niño, gracias al “Cirque du Soleil”.